lunes, 28 de enero de 2013

1. Marco Histórico y Cultural.


1.1.  Historia y Sociedad.

El entierro del Conde Orgaz.

El Renacimiento es el gran movimiento de transformación cultural que se produjo en Europa entre los siglos XV y XVI. Tiene unos caracteres propios pese a estar inspirada en la imitación de la antigüedad clásica grecolatina. La palabra renacimiento viene del latín “renascere” (Volver a nacer), es decir, traer nuevamente a la vida los elementos culturales de Grecia y Roma que habían sido olvidados. Se origina en Florencia, Italia, y se manifestó especialmente en el arte (pintura y escultura), siendo los grandes exponentes los maestros italianos como Leonardo da Vinci, Miguel Angel y Rafael Sanzio.



Causas del Renacimiento
1. El Humanismo.
2. La toma de Constantinopla en 1453, que determinó la huida de los artistas bizantinos, depositarios de la cultura grecolatina, hacia Europa.
3. El contacto con los pueblos de Oriente a raíz de las cruzadas, que presentó ante los europeos nuevas formas de vida, de pensamiento y de costumbres.
4. El enriquecimiento de las ciudades y de la burguesía, que permitió proporcionar apoyo económico a los sabios y artistas de la época.
5. La aparición de algunos nuevos inventos como la imprenta y el papel, que, al difundir los conocimientos, despertaron, al mismo tiempo, el espíritu de investigación y creación entre los sabios y artistas europeos.
6. Las innovaciones y nuevas tendencias que ya habían empezado a manifestarse en las obras de arte, especialmente italianas, a partir del siglo XIV.

Características del Renacimiento
1.       Estrecha vinculación con la antigüedad de Grecia y Roma a las cuales se trata de imitar.
2.       Ilimitado afán de saber y poseer, es decir, la consagración de hombre a la ciencia, a la filosofía y al arte.
3.       Tendencia antropocentrista y mundana, es decir, la gran importancia que se dio al conocimiento del hombre y del mundo que lo rodea.
4.       Movimiento básicamente urbano, propio de las ciudades, especialmente de aquellas en donde se había logrado un alto nivel económico intelectual.
5.       Cambio de las formas de vida y de las costumbres de la época.
6.       Máxima expresión del realismo en materia de escultura, y, a la nota interpretativa, en la pintura.

1.2. Etapas.


En el siglo XVI podemos distinguir dos períodos que corresponden con los reinados de Carlos I y Felipe II.

Etapa de Carlos I: Representa el momento de esplendor político y económico. Se convirtió en el emperador más poderoso de su tiempo y su reinado supuso la aceptación del renacimiento europeo y la asimilación del humanismo en España.

Carlos I.

Etapa de Felipe II: España se alía con el papado y se convierte en la defensora del catolicismo. Se inicia así el periodo de contrarreforma. Paralelamente se entra en un periodo de fervor religioso.

1.3. La cultura renacentista.


La función principal de la cultura renacentista, es básicamente reflejar la asimilación del humanismo, que principalmente concibe al ser humano como al eje del universo, es decir, el centro de éste.
Los rasgos principales que la definen son:

-       Se recupera la cultura clásica grecolatina; con rasgos como la mitología, el amor por la naturaleza y la belleza…
-       Se rigen por el pensamiento racional y se define una nueva espiritualidad que se basa en la influencia individual.
El Hombre de Vitruvio.
-       Dos  de los humanistas más influyentes en la cultura española fueron Erasmo de Rotterdam, en el campo religioso y literario. Y Baltasar de Castiglione, en el campo social.


Asimilación del humanismo
Comenzó a influir sobre la cultura hispana en el siglo XV. El modelo humanista era el intelectual que muestra interés por todos los saberes y se rige únicamente por la razón.
Tratan de alejarse de la cultura medieval que entiende el mundo como un camino de sufrimiento destinado únicamente a sobrellevarlo con el fin de llegar a la vida eterna.


El erasmismo
Erasmo de Rotterdam (1467-1536) representó el arquetipo de humanista influenciando básicamente en los campos de la religión y el cultural. En su obra Enchyridion propone una religiosidad más intimista y tolerante que era todo lo contrario a todo lo que criticaba, la religiosidad externa.


El modelo de hombre renacentista, el cortesano
El modelo de hombre renacentista se encuentra expuesto en el libro El cortesano de Baltasar de Castiglione, traducido por Juan Boscán y tuvo una gran difusión en la época.
El hombre renacentista tenía como deber cultivar con equilibrio y armonía el alma y el cuerpo, las letras y las armas. El cortesano debía perseguir sobre todo la elegancia basada en la naturalidad y la sencillez. Evitando la vulgaridad y afectación.

1.4. Estética, lenguaje y literatura.


La estética del Renacimiento es clasicista, se da mucha importancia al equilibrio, la serenidad, a la armonía y a lo natural. Recoge la idea de Aristóteles, en las obras artísticas reflejan lo que la realidad tiene de bello. El arte renacentista tiene una finalidad estética ya que aspira a la belleza.

De los clásicos no hay solo Aristóteles, también está presente la visión del mundo de Platón. Según él, denominado platonismo, la belleza es un reflejo apagado de la belleza suprema, que únicamente se encuentra en el mundo de las ideas. La contemplación de cualquier rasgo de belleza mejora al ser humano elevándolo y acercándolo a la divinidad. Esta es la base del amor que recoge Petrarca y que está presente en toda la lírica renacentista.

Este cambio representa la desaparición del didactismo moral, ya que no pretende transmitir lecciones morales o sociales.

Haciendo referencia a la lengua y literatura, el modelo de lenguaje renacentista aspira a la elegancia y la naturalidad. El esteticismo se explica por la gran admiración por la cultura grecolatina, el platonismo y la imitación de los escritores griegos y latinos, que se toman como modelos. Se refleja en los temas (mitología, naturaleza, amor) y en las formas (se revitalizan géneros clásicos como; églogas y las epístolas).

En la lengua renacentista la palabra sencillez va unido al concepto de distinción o elegancia. Los modelos de estilo son los escritores clásicos: la frase amplia y equilibrada, el uso del epíteto y el léxico culto.
En la literatura renacentista de la primera mitad del siglo XVI, la admiración por la cultura grecolatina se muestra en la incorporación de temas paganos y en el esteticismo. En la segunda mitad es relevante el tono moral, la búsqueda de la espiritualidad.

En conclusión, la literatura renacentista es muy diferente de la anterior y la renovación es evidente en los temas, las formas y los géneros.

2. La lírica del renacimiento.


2.1.  Características y temas de la lírica renacentista.


En el siglo XIV conviven varias tendencias poéticas, no obstante, lo que define la lírica del siglo XIV es la llegada del petrarquismo, un nuevo modelo de lírica que cambia el panorama literario. Se puede observar por primera vez en la obra de Garcilaso de la Vega,  y continúa viéndose en todos los grandes poetas de los siglos XVI y XVII y llega hasta la poesía actual.
Obras de Garcilaso
de la Vega

Al comienzo del s. XVI conviven tres corrientes:
·         Poesía de cancionero: Predomina el octosílabo y el tono cultista-conceptista.  (Continuación de la poesía del siglo XV).
·         Poesía tradicional: Tuvieron una gran difusión los romances y las canciones líricas. (Se empiezan a recoger por escrito todas las obras del momento).
·         Poesía italianizante: Se tomó como modelo a Petrarca y es la más representativa de la lírica culta renacentista. Garcilaso de la Vega es el poeta más relevante de esta corriente  y su obra renovó la forma y los temas.

FORMA: El endecasílabo sustituye al octosílabo, y se cultivan estrofas como el soneto, los tercetos encadenados y aquellas en las que el endecasílabo combina con el heptasílabo, como la silva y la lira.

TEMAS: El amor, la naturaleza y la mitología son los temas que representan  la lírica del renacimiento.
·         El amor  petrarquista ennoblece al enamorado porque a través de la amada se acerca a la perfección.  La lírica suele presentar amores no correspondidos que producen insatisfacción y melancolía.
·         La naturaleza  es el símbolo de la perfección y de la vida sencilla.  En la poesía se presenta idealizada, como escenario amable o como reflejo de los estados de ánimo del poeta, el bucolismo. La naturaleza tiene gran importancia en las composiciones como las églogas, donde los pastores hablan de sus amores en un ambiente natural idealizado.
·         Los temas mitológicos reflejan la admiración por la cultura grecolatina y dan un tono pagano a la literatura renacentista. Las personas cultas de la época estaban familiarizadas con los personajes, historias y símbolos mitológicos.

2.2. Garcilaso de Vega.


Es el poeta más representativo del espíritu renacentista que introdujo el petrarquismo y eso hizo que marcara el ritmo de la poesía posterior.
Encarna el modelo de hombre renacentista por su modo de vida y por su poesia. Era el perfecto cortesano, cultivado y sensible pero a la vez era un valiente y valeroso guerrero. Perteneció al Siglo de Oro y es considerado uno de los mejores poetas de la historia.
Nació en el año, aproximadamente, 1501, en Toledo. Era un hombre de origen noble, descendiente del marqués de Santillana. Poeta-soldado marcado por el emperador Carlos V, por el hecho de formar parte de su séquito. En el año 1526, en la boda del rey con Isabel de Portugal, conoció a una de las damas de la reina, llamada Isabel Freyre, quien fue la fuente de inspiración para muchos de sus poemas amorosos.
Con el rey viajó a Italia, y por él mismo estuvo desterrado en una isla del Danubio y en Nápoles. Ahí estuvo residiendo durante una gran temporada y empezó a familiarizarse con los poetas de origen italiano. Tuvo una formación cultural típica del humanista.
Conocía idiomas como el griego, el latín, el toscano, el francés. También había leído a grandes autores como Virgilio, a Horacio y de otros poetas renacentistas como lo eran Petrarca y Sannazaro.
Murió en el año 1536, herido de guerra durante el asalto a una fortaleza en Provenza.


OBRA
La obra de Garcilaso, debido a su corta vida, fue muy breve.
Las que más destacan por encima de las demás son los sonetos, aproximadamente unos cuarenta y las tres églogas.

-       La Égloga I es la más valorada de todas. En ella los pastores Salicio y Nemoroso expresan sus quejas en un entorno de una naturaleza dulce y bucólica. Salicio se lamenta por los desdenes de su amada Galatea, mientras Nemoroso llora la muerte de Elisa. Ciertamente, los pastores representan a Garcilaso, cantando a su amada, en vida y tras su muerte. La composición expresa el tono emotivo representativo del Renacentismo que es contenido y melancólico.

-       La Égloga II recoge la historia de los amores desgraciados de Albanio, que se cree que representa al duque de Alba o a su hermano, y la pastora Camila. Es la más extensa de todas, todo y que fue la primera que escribió y es la menos brillante de todas.

-       La Égloga III transcurre nuevamente en una naturaleza dulce y bucólica, donde cuatro ninfas tejen en unos tapices trágicas historias amorosas. Las tres primeras historias dan referencia a personajes mitológicos y la cuarta, trata de los amores entre Nemoroso y Elisa. Finalmente la égloga termina con el canto de dos pastores.

También compuso, cuatro Canciones petrarquistas, la oda A la flor de Gnido, que fue donde introdujo la lira. Después, dos elegías y una epístola a Boscán.

En el año 1543, la viuda del poeta barcelonés Juan Boscán, publicó conjuntamente las obras de ambos poetas y enseguida su poesía alcanzó una gran difusión.
Se volvió un modelo en la universidad de Salamanca y en 1580, Fernando de Herrera realizó una edición clásica tratando a Garcilaso como un clásico.

Garcilaso transformó la métrica y renovó el tratamiento del tema amoroso y de la naturaleza.

La poesía de Garcilaso gira en torno a dos temas principalmente, el amor y la naturaleza.
El sentimiento amoroso, ya sea felizmente o desgraciadamente es el centro de su lírica.
Por ese motivo, su poesía es intimista y la naturaleza idealizada siempre acompaña a los protagonistas de sus composiciones.

Es considerado uno de los grandes poetas del amor porque suma la moda petrarquista del sentimiento amoroso y el sentimiento real y vivido del poeta. Ese sentimiento es nombrado por él mismo como “el dolorido sentir”, ya que se expresa de una forma contenida y grave.

Inaugura el tema amoroso con una poesía intimista que lo convierte en maestro de poetas posteriores que tienen como tema principal el amor.

También incorpora la naturaleza a la poesía castellana, como se puede apreciar en las Églogas.



ESTILO
Su obra supone la creación del lenguaje poético renacentista, combinando la elegancia y naturalidad.
Se basa en el léxico refinado pero al mismo tiempo sencillo, en los abundantes epítetos y en la suave musicalidad del endecasílabo.
A partir de Garcilaso, el soneto se convierte en la estrofa básica de la poesía culta castellana y llega hasta el siglo XX.

Retrato de Garcilaso de la Vega.

2.3. La lírica en la segunda mitad del s.XVI.


En la segunda mitad de este siglo la lírica incorpora temas religiosos y morales, con autores como Fray Luis de León, santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz. También sobresale otro autor, Fernando de Herrera,  el cual destaca por la iniciación de otro estilo cultista y continúa los temas renacentistas, como el amor, naturaleza, mitología…

Con la contrarreforma y el aislamiento, la lírica pierde todos los ideales de universalidad y el entusiasmo pagano anterior, las únicas corrientes que no se pierden del todo por así decirlo, son las que quedan fundidas con el catolicismo y se asimilan a él. A este suceso lo han llamado Segundo Renacimiento o Renacimiento Cristiano; en el Segundo Renacimiento aparecen poetas moralistas y religiosos y paralelamente Fernando de Herrera continúa la lírica amorosa e inicia una poesía culta, con un estilo que se aleja de la naturalidad del primer Renacimiento, el de Garcilaso, y anuncia la compilación del Barroco.

En esta segunda etapa, Segundo Renacimiento, se encontraron dos escuelas o tendencias poéticas:

·         La primera escuela, la Escuela salmantina, representada por fray Luis de León, que tiende hacia una lírica elegante y natural en el lenguaje, y de temas morales y filosóficos.

·         La segunda escuela, la Escuela sevillana, representada por Fernando Herrara, más cultista, que busca la belleza formal, brillante y sonora, y que trata sobre temas profanos. Junto con estas dos tendencias, la salmantina y la sevillana, surge una tercera, la poesía religiosa, que trata sobre cómo conseguir la perfección moral, y mística.