lunes, 28 de enero de 2013

2.3. La lírica en la segunda mitad del s.XVI.


En la segunda mitad de este siglo la lírica incorpora temas religiosos y morales, con autores como Fray Luis de León, santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz. También sobresale otro autor, Fernando de Herrera,  el cual destaca por la iniciación de otro estilo cultista y continúa los temas renacentistas, como el amor, naturaleza, mitología…

Con la contrarreforma y el aislamiento, la lírica pierde todos los ideales de universalidad y el entusiasmo pagano anterior, las únicas corrientes que no se pierden del todo por así decirlo, son las que quedan fundidas con el catolicismo y se asimilan a él. A este suceso lo han llamado Segundo Renacimiento o Renacimiento Cristiano; en el Segundo Renacimiento aparecen poetas moralistas y religiosos y paralelamente Fernando de Herrera continúa la lírica amorosa e inicia una poesía culta, con un estilo que se aleja de la naturalidad del primer Renacimiento, el de Garcilaso, y anuncia la compilación del Barroco.

En esta segunda etapa, Segundo Renacimiento, se encontraron dos escuelas o tendencias poéticas:

·         La primera escuela, la Escuela salmantina, representada por fray Luis de León, que tiende hacia una lírica elegante y natural en el lenguaje, y de temas morales y filosóficos.

·         La segunda escuela, la Escuela sevillana, representada por Fernando Herrara, más cultista, que busca la belleza formal, brillante y sonora, y que trata sobre temas profanos. Junto con estas dos tendencias, la salmantina y la sevillana, surge una tercera, la poesía religiosa, que trata sobre cómo conseguir la perfección moral, y mística.

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