viernes, 25 de enero de 2013

4.3. El teatro en la primera y segunda mitad del siglo XVI.


A mediados del s.XVI se instalaron algunos teatreros en patios interiores, los llamados “corrales”. Cuando representaban obras, la escena y el público se situaban en el patio, y las autoridades y las clases altas en las galerías superiores. La gestión de los corrales se concedió a los hospitales, pues los beneficios de las representaciones teatrales se dedicaban a su manutención. La aparición de un teatro estable supuso unos cambios notables, como el nacimiento de compañías teatrales, la regularidad de las representaciones… Esto fue posible gracias a los corrales de Sevilla, Madrid y sobre todo Valencia. En los corrales nombrados se representaban obras religiosas en determinadas festividades y obras de teatro profano. 

Dentro de este teatro, el profano, se distingue la corriente más clasicista, la cual siguió Cervantes en tragedias, y las obras que proceden de la comedia nueva italiana. Ésta seguía el teatro clásico (cinco actos y unidad de tiempo, lugar y acción) y con algunas variaciones importantes, se adapto al nuevo teatro renacentista.

Un actor muy destacado en esta segunda mitad del siglo fue Lope de Rueda, el cual fue actor y autor teatral y al cual se puede considerar el creador de la comedia renacentista y, sobre todo, los pasos, un tipo de teatro popular. Su punto de partida fue la comedia nueva italiana, pero él la transforma y elimina los elementos más clasicistas y cultos, y añade escenas cómicas o pasos. Su éxito se basa en el lenguaje realista, lleno de incorrecciones y vulgarismos, y en la creación de tipos populares graciosos.

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